«Por un sector forestal gallego fuerte, transparente y competitivo»

FORES-
Artículo de Ignacio de Colmenares, Vicepresidente y Consejero Delegado de Ence, Energía y Celulosa, sobre los retos que afronta el sector forestal gallego.

En el sector forestal gallego nos encontramos ante un escenario que presenta grandes retos. Por una parte, el mercado global de la celulosa se mueve más rápidamente que nunca con la llegada de nuevos productores, muy competitivos y costes de su madera muy bajos. Además, padecemos los efectos de la reforma eléctrica, que ha dejado de valorizar la capacidad energética de la madera para cogenerar energía. Mientras tanto, el hecho de que los fabricantes de celulosa portugueses orienten sus compras hacia el sur peninsular es, lógicamente, motivo de preocupación para los productores de madera.

Ante este panorama, en mi opinión, sólo hay una posible respuesta: trabajar todos unidos para mejorar la competitividad y la rentabilidad del sector forestal gallego, porque gracias al trabajo conjunto de todos –propietarios forestales e industria–, hemos conseguido importantes logros, y sólo con la mejora de la cadena monte-industria podremos superar las dificultades que se anteponen para avanzar hacia un sector forestal fuerte y competitivo.

Son muchas las cuestiones e intereses en los que coincidimos industria y propietarios, y en las que debemos colaborar estrechamente: mejorar la productividad y la rentabilidad para mejorar la retribución de lo que aporta valor en la cadena; mejorar la sanidad de las plantaciones; simplificar el marco normativo forestal, mejorar la imagen y peso del sector…

Cuando el Gobierno le quitó injustamente con la reforma energética a las fábricas de Navia y Pontevedra 32 millones de euros anuales en ingresos por cogenerar con madera, es decir, 12 euros por tonelada de madera comprada en Galicia, retribuyendo incomprensiblemente más a la cogeneración con gas, sólo tuvimos el apoyo de algunas asociaciones de propietarios forestales. El sector debe seguir presionando para que se corrija esta injusticia: la madera cultivada en Galicia tiene que tener una valorización energética. Y es posible conseguirlo con la unión de todos.

La reforma tuvo como consecuencia el cese de la producción de celulosa de Ence en Huelva. Fue una decisión traumática, pero inevitable. Y este cierre supondrá que las empresas portuguesas de celulosa dejarán de comprar en Galicia, por pura lógica del mercado y reducción de costes logísticos, unos 800.000 m3 de madera, equivalentes al volumen que Ence-Huelva compraba en Portugal en los valles del Guadiana, Tajo y Duero, precisamente donde están las fábricas de nuestros competidores lusitanos.

Esto sitúa al sector forestal gallego ante otro reto especialmente relevante: la incertidumbre sobre la continuidad de Ence Pontevedra. Cerrar el principal cliente del sector, cerrar la que seguramente es la mejor fábrica de Europa en materia ambiental en su industria, supondría el golpe más dramático recibido por el sector forestal de Galicia en décadas.

Trabajando de la mano hemos conseguido importantes logros, como el impulso que hemos dado a la certificación forestal en Galicia. Y trabajando juntos, estableciendo y forjando lazos estables y duraderos entre productores de madera e industria, ganaremos la batalla a la terrible plaga del Goníptero, lograremos avanzar hacia formas de asociación de cultivos creando cotos redondos que permitan reducir los costes de aprovechamiento –muy superiores hoy a los de nuestros competidores–, e impulsaremos todavía más la certificación forestal. Porque industria y productores debemos vernos como integrantes imprescindibles de una misma cadena que deben complementarse y colaborar para garantizar su futuro, en una colaboración en la que todos ganemos, porque es posible.