Las biofábricas de celulosa de Ence revalidan el distintivo Residuo Cero

Las biofábricas de Ence en Pontevedra y Navia han superado con éxito la certificación del sello medioambiental “Residuo Cero” que otorga AENOR a aquellas organizaciones que llevan a cabo una gestión más eficiente de sus residuos y que son capaces de valorizarlos. Durante el pasado año, las instalaciones de la compañía en Galicia y Asturias lograron valorizar la práctica totalidad de los residuos.

Estas instalaciones repiten, por tercer año consecutivo, los resultados que las convirtieron en merecedoras del reconocimiento por vez primera en 2020, y que hacen de ambas plantas un paradigma de uso responsable de los recursos y de economía circular.

En las auditorías realizadas, han sido destacados la implicación y el compromiso del equipo de las biofábricas en la optimización de la gestión medioambiental, la trazabilidad de los datos, lo que permitió realizar la verificación de forma eficaz, y las herramientas de trabajo desplegadas por la compañía, que contribuyen activamente a la correcta prevención, gestión y resolución de los aspectos medioambientales relacionados con las instalaciones.

El proceso de verificación llevado a cabo tiene como objetivo avalar la valorización, a través de la reutilización, el reciclado o mediante la valorización energética, de los residuos que se generan en la planta, evitando de esta manera su traslado a vertederos. También, la trazabilidad de todo el proceso, y la constatación de los datos relativos a la cantidad de las distintas fracciones de residuos.

Así se demuestra que la gestión eficiente de ambas biofábricas no solo evitó que estos materiales acabaran en vertederos, sino que los reintrodujo en su cadena de valor, dándoles una nueva vida.

De hecho, la propia actividad de las biofábricas de Ence en Pontevedra y Navia es un ejemplo de contribución a la bioeconomía circular: en todo el proceso de producción de la celulosa, las plantas opera con materiales de origen natural, renovables, para suministrar productos reciclables. Al mismo tiempo, generan energía eléctrica renovable a partir de la biomasa utilizando para ello la lignina, un componente de la madera que constituye un excelente biocombustible renovable y natural, y restos forestales procedentes del proceso.

Todo ello deja constancia de la apuesta de la compañía por el modelo de economía circular, al tiempo que demuestra su firme compromiso por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.