Las biofábricas de celulosa y las plantas de energía renovable de Ence recibieron cerca de 750 visitantes virtuales en 2021

La transparencia es un valor fundamental  para Ence Energía y Celulosa. Por ello, la empresa recibe en sus centros cada año cientos de visitantes para dar a conocer la actividad que lleva a cabo en sus instalaciones.

El pasado año tanto las plantas de energía renovable como las de celulosa recibieron más de 750 visitas virtuales (dada la situación provocada por la pandemia) de colectivos interesados en conocer de primera mano el proceso de producción de la celulosa y de la energía renovable en estos centros. Estos visitantes procedieron mayoritariamente de colegios, asociaciones y universidades.

Estas visitas, organizadas semanalmente por la empresa, tienen como destinatarios no solo a grupos locales, sino también de otras comunidades autónomas e, incluso, extranjeros. De hecho el modelo de producción sostenible y de última generación llevado a cabo en los centros de la compañía genera, cada año, un exponencial aumento de solicitudes de visitas.

En ellas, los asistentes conocen el proceso de producción, el resultado del mismo, así como lo que aporta la actividad de estos centros desde el punto de vista social, ambiental y económico.

Las dos áreas de negocio de la compañía, la fabricación de celulosa sostenible y la generación de energía renovable, suponen un caso paradigmático de contribución a la economía circular. A partir de madera certificada, una materia prima renovable, natural y sostenible, las dos biofábricas que la compañía tiene en Pontevedra y Navia fabrican pasta de papel, con la que se elaboran productos reciclables, capaces de sustituir al plástico y a otros materiales que no se pueden reciclar. Además, las biofábricas de celulosa de Ence son capaces de autoabastecerse energéticamente con energía renovable, al tiempo que contribuyen a reducir la intensidad energética y la huella de carbono.

Además, en las plantas de energía renovable se genera electricidad utilizando para ello biomasa agroforestal, es decir, los restos de la actividad agrícola y los procedentes de la madera que no se destinan a la producción de celulosa (corteza y lignina).

El proceso productivo no solo cumple, sino que supera todos los estándares ambientales, como así lo demuestran los  diferentes reconocimientos otorgados a estos centros: Certificado de Residuo Cero, Ecoetiqueta Nordic Swan, Distinción de Oro de la Comisión Europea, ISO 50001 Certificación del Sistema Energético.

La actividad de Ence y Energía y Celulosa representa un claro ejemplo de economía circulary e compromiso con las personas, con la sostenibilidad y con el entorno en el que se encuentran sus plantas.