La planta de energía renovable con biomasa de Ence en Mérida genera electricidad suficiente para satisfacer las necesidades domésticas de 120.000 personas, una población equivalente a dos veces la propia ciudad de Mérida. Se trata de una energía verde y sostenible, además de gestionable, que contribuye a la descarbonización del sistema nacional, genera oportunidades de empleo en la denominada “España Vaciada” y supone una solución ambientalmente responsable para los restos vegetales de las actividades agrícolas de los territorios rurales.
Ence gestiona una planta de generación con biomasa en Mérida, Extremadura, con 20 MW de capacidad. Estas instalaciones aportaron a la red, el pasado año, 148.000 MWh de electricidad renovable y totalmente gestionable a partir de la valorización de restos vegetales, principalmente agrícolas.
Cabe reseñar que este tipo de instalaciones permiten aprovechar la gran oportunidad que supone el reto global de la transición energética hacia un modelo descarbonizado y contribuyen a cumplir con los objetivos de generación renovable establecidos a nivel europeo y español.
Además, y dentro del plan de Ence de sustituir los autoconsumos con energía renovable en sus instalaciones, la planta de Mérida cuenta con una planta fotovoltaica capaz de generar más de 500.000 kWh al año, lo que supone también evitar anualmente la emisión de 125 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Por otro lado, el aprovechamiento energético de todos los restos forestales y agrícolas del entorno de la planta de Ence en Mérida genera importantes beneficios a la comunidad, en términos de dinamización económica y empleo. Según los datos de la Asociación de empresas de Energías Renovables (APPA), cada megavatio instalado para biomasa sostiene 30 puestos de trabajo entre directos, indirectos e inducidos, lo que eleva el impacto social de la actividad energética de Ence en esta comunidad autónoma hasta los 600 empleos.
En este punto se evidencia la aportación de estas instalaciones a la lucha contra la “España Vaciada”, al crear empleo y riqueza en el entorno rural en el que operan. De hecho, de media, el 85% de los trabajadores directos e indirectos de las plantas de energía renovable de Ence son profesionales procedentes de las localidades colindantes; y la compañía se ha comprometido a dar prioridad a los proveedores radicados en la comarca en sus procesos de compra, como parte de su compromiso con el desarrollo de los entornos donde opera.
Ence es el mayor generador de energía renovable con biomasa en España, con una capacidad instalada de 266 MW y una cartera de proyectos de 505 MW, que incluye, además, instalaciones fotovoltaicas. La compañía adquiere, anualmente, 1,7 millones de toneladas de biomasa, aplicando un decálogo propio que garantiza su uso sostenible como combustible, impulsando así la economía circular en el medio rural. Las plantas de Ence, al aprovechar restos vegetales de origen agrícola y forestal de proximidad, contribuyen a reducir su impacto ambiental, solucionar problemas en su gestión, y minimizar el riesgo de incendios.
Ence está comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y con los objetivos establecidos a nivel nacional e internacional para luchar contra el cambio climático. En este sentido, la compañía trabaja intensamente para colaborar en la necesaria recuperación verde tras la pandemia, que debe marcar las políticas de inversiones europeas en los próximos años.