Casi mil personas de más de 110 empresas se unen diariamente a la plantilla de Ence en las dos semanas de parada. El impacto económico por volumen de compras para la parada en empresas andaluzas alcanza 1,3 millones de euros
La parada técnica de la fábrica onubense de Ence-Energía y Celulosa supone la entrada adicional de más de 900 personas diarias que se unen a la plantilla de la compañía para desarrollar las múltiples labores de limpieza, revisión periódica de equipos, mantenimiento y mejoras operativas que se desarrollan en las dos semanas que dura esta operación anual.
Con puntas de hasta 1.200 personas trabajando en el centro de operaciones, en estos días es fundamental la minuciosa coordinación de todas las tareas, para las que se ha puesto en marcha un dispositivo especial de vigilancia y formación en seguridad de todos los operarios que participan.
Como cada año, Ence ha dado formación específica sobre los posibles riesgos laborales a todas las personas que están participando en la parada, y de forma concreta de la planta en la que van a trabajar. También se ha reforzado el Servicio de Prevención con personal propio en cada planta de la fábrica, y se han clasificado todos los trabajos previstos para extremar aún más las medidas preventivas y de vigilancia en los que se han considerado críticos.
El volumen de compras de servicios y materiales que genera la parada técnica de la fábrica de celulosa tiene un impacto directo en empresas andaluzas, que este año alcanza en torno a 1,3 millones de euros, que representa más del 50% del total previsto en esta operación industrial donde existen labores muy especializadas.
Hasta el próximo 9 de mayo, día en el que está previsto el arranque del proceso productivo, además de las tareas de limpieza, revisión y mantenimiento, la fábrica de Ence en Huelva acometerá también una parte significativa de las inversiones previstas para este año. En global, durante 2013 está previsto el desarrollo de mejoras sobre todo ambientales, como la de emisiones atmosféricas y efluente líquido o ahorro de agua, y otras mejoras de rendimiento y fiabilidad de los equipos principales como son las calderas, además de la puesta en marcha de nuevas instalaciones dentro del complejo industrial.
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