La Marisma de Rubín (Cantabria) recupera su valor ambiental gracias a un proyecto liderado por Ence, FAPAS y la Fundación Banco Santander

 

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Cien hectáreas de superficie serán devueltas a esta marisma tras haber estado casi 100 años destinadas a usos agrícolas, ganaderos y forestales.

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19 de octubre de 2016. – Poco a poco, la Marisma de Rubín, en Cantabria, va recuperando su configuración natural. Hace algo más de 100 años había sido desecada, como tantos otros humedales de la península ibérica. Se desecó para primar los usos agrícolas, ganaderos y forestales. Ahora, la colaboración público-privada permite que recupere su valor ecológico. Y donde hasta hace poco se apreciaban huellas de jabalíes, comienza a sentirse el retorno de la población piscícola.

La participación de Ence en el proyecto, junto al Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), y la Fundación Banco Santander fue fundamental en este proyecto. Lo mismo que la implicación del Gobierno de Cantabria y la Dirección General de Costas. El proyecto fue presentado el martes 18 de octubre.

El gerente de Sostenibilidad Forestal de Ence, Luis Javier Sánchez, destacó durante la presentación el permanente compromiso de la compañía con la sostenibilidad. En este sentido, afirmó que el proyecto de la Marisma de Rubín, desarrollado con la filosofía de que “la Naturaleza tome el mando”, es un magnífico ejemplo de recuperación de una valiosa área natural gracias a un eficaz modelo de colaboración entre el sector privado, una ONG de reconocido prestigio, como es FAPAS, y las administraciones públicas.

Ence había explotado una parte de la antigua marisma en las últimas décadas. La empresa asumió, en el proyecto, la tala de eucaliptos existentes, tratamiento de tocones, etc. La aportación de la empresa se aproximó a los 260.000 euros. Entre los trabajos desarrollados en el marco del proyecto hubo otros fundamentales como la eliminación de 2.700 metros de muro de contención que fueron levantados en su día para evitar la inundación mareal.  Tal y como explicó Luis Javier Sánchez durante la presentación del proyecto, los trabajos de recuperación se realizaron de forma “suave y amable”. Sánchez Hernando explicó que “hemos quitado las barreras para que la naturaleza, por si sola, recupere la marisma”.

Águila Pescadora

Desmontadas esas “barreras”, el medio natural ya ha comenzado a hacer su trabajo. Y para el presidente de FAPAS, Roberto Hartasánchez, ese trabajo estará completo cuando el águila pescadora vuelva a anidar en el humedal recuperado. FAPAS, cuya participación y liderazgo han sido decisivos en este proyecto, trabaja desde hace años en un proyecto de recuperación del águila pescadora que ya ha dado importantes frutos. En ese proyecto, por cierto, también ha trabajado de la mano de Ence.

Y este mismo compromiso con la recuperación de especies y de espacios ecológicos lo tiene, también la Fundación Banco Santander. Su director, Borja Baselga, explica que “para la Fundación, que lleva doce años recuperando espacios naturales degradados y ayudando a la conservación de especies amenazadas de extinción, esta iniciativa –de recuperación de la Marisma- tiene un enorme valor ya que permite contribuir a la recuperación de este ecosistema intermareal caracterizado por su gran biodiversidad”. Además, añade Baselga, “favorecerá la reintroducción del águila pescadora, especie extinta en la zona, y con la que ya hemos tenido iniciativas exitosas en la marisma del Odiel, en Huelva”.

La marisma de Rubín forma parte del estuario que envuelve la localidad de San Vicente de la Barquera y es uno de los espacios de mayor valor ecológico de Cantabria. Ahora recupera su configuración natural. La colaboración público-privada ha sido fundamental.