• Juan Luis Arregui: “Un desarrollo conjunto de las energías eólica, fotovoltaica y biomasa supondría una solución inteligente para reducir los gases de efecto invernadero, y dotar al Sistema Eléctrico de una mayor garantía de suministro”.

• El resultado neto de Ence aumentó casi un 140% el pasado ejercicio, hasta los 92 millones de €, y la acción de la compañía experimentó una revalorización del 120% en el año.

• Ignacio Colmenares: “El potencial sin aprovechar de la biomasa agrícola excedentaria ofrece a Ence un panorama alentador, ya que es la única renovable firme y gestionable.”

22 de marzo de 2018.- Ence – Energía y Celulosa pagará un dividendo complementario de 0,066 € brutos por acción que, unido a los dividendos a cuenta ya abonados, totaliza un dividendo de 0,187 € brutos por acción con cargo al ejercicio 2017, un 136% más que el abonado con cargo a 2016. Este dividendo se hará efectivo el próximo 12 de abril.

En su intervención ante la Junta de Accionistas, el presidente de Ence, Juan Luis Arregui, señaló la importancia de impulsar la energía con biomasa, una alternativa renovable firme, totalmente programable y estable: “Esta energía se desaprovecha quemando cantidades ingentes de biomasa agrícola en nuestros campos, lo que provoca un daño medioambiental terrible”. Además, añadió que “la generación con biomasa de baja emisión supone un complemento perfecto para la eólica y la fotovoltaica. Un desarrollo conjunto de estas tres tecnologías supondría una solución inteligente y eficaz para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y para dotar al Sistema Eléctrico de mayor garantía de suministro”.

Ence alcanzó en 2017 un beneficio neto de 92 millones €, un 140% más que en 2016, y un EBITDA ajustado de 216 millones €. Además, la cotización de la compañía acumuló una revalorización del 120% en 2017. En el mismo periodo, la media de las compañías comparables del sector se revalorizó tan sólo un 26,7%, en un escenario de precios de la celulosa al alza.

El Consejero Delegado de Ence, Ignacio Colmenares, destacó que la compañía ya ha cumplido todos los objetivos planteados en el Plan Estratégico 2016-2020, por ello se encuentra ya trabajando en un nuevo Plan Estratégico 2019-2022, cuyas premisas básicas son el crecimiento orgánico y la diversificación de nuevos productos de celulosa, y seguir creciendo en energía.

En este sentido quiso hacer hincapié en que “los bioproductos derivados de la madera jugarán un papel protagonista en una economía global. Países con enormes poblaciones, como Vietnam o Indonesia, se sumarán al consumo creciente de China e India de bioproductos higiénicos basados en la celulosa. Además, añadió que “las fibras celulósicas reemplazarán en el textil al algodón, incapaz de satisfacer la creciente demanda provocada por el progresivo aumento de población”.

El Consejero Delegado de Ence afirmó que “con la vista puesta en 2030 o 2050, también serán necesarios decenas de gigavatios de energía renovable” y que “el potencial sin aprovechar de la biomasa agrícola excedentaria también nos ofrece un panorama alentador, ya que es la única renovable firme y gestionable”.

Compromiso con Pontevedra y Navia

Por lo que se refiere a la biofábrica de Pontevedra, Ignacio Colmenares destacó los importantes proyectos de mejora operativa y medioambiental que se desarrollan en la planta, así como al Plan Social Pontevedra, un destacado programa de ayudas sociales centrado en mejorar la calidad de vida de los vecinos de Pontevedra y su comarca, compromisos que forman parte del pacto ambiental firmado con la Xunta de Galicia en 2016.

Colmenares recalcó que “la biofábrica de Pontevedra ha vuelto a superar un año más sus resultados medioambientales. Además, desde el punto de vista operativo, su producción de celulosa aumentó un 3% sobre 2016. La energía vendida fue un 12% superior”. “Asimismo, el número de accidentes se redujo en un 63%, y el índice de frecuencia de accidentes es 10 veces inferior al del sector en España”.

De igual modo, hizo referencia a los significativos compromisos con Navia, cuyas emisiones olorosas se redujeron en un 73% en 2017, entre otras mejoras ambientales y operativas, como el aumento de su producción de celulosa en un 3%, o sus ventas de energía, que se incrementaron un 9%. Además, subrayó que “durante la parada técnica que se realizó en el mes de julio se llevaron a cabo las labores de limpieza del emisario de la Ría de Navia, necesarias tras la detección de una pérdida de sección por abundantes depósitos de contenido altamente graso procedentes de otro usuario del emisario”. También destacó que “la seguridad en Navia continuó mejorando y el índice de frecuencia de accidentes en dicha planta es también 10 veces inferior al del sector”.