La biofábrica de Ence en Pontevedra ha retomado su actividad productiva habitual tras haber completado de manera satisfactoria su parada técnica anual, una actuación necesaria para ejecutar labores de mantenimiento y desarrollar proyectos estratégicos.
Durante este periodo, a la plantilla habitual de Ence se han sumado 1.500 trabajadores de un centenar de empresas auxiliares, lo que ha supuesto un fuerte impulso para la economía local, con un notable impacto positivo en sectores como la hostelería y el comercio.
Durante la parada, en la que se han invertido 11 millones de euros, se ha llevado a cabo un exhaustivo plan de trabajo para realizar labores de mantenimiento y aplicar mejoras orientadas a fortalecer la seguridad, optimizar el rendimiento energético y avanzar en la excelencia ambiental.
Así, la compañía ha desarrollado actuaciones de mantenimiento preventivo y correctivo, proyectos estratégicos de mejora tecnológica, optimización energética, reducción del impacto ambiental y refuerzo de la seguridad, una prioridad para la compañía.
Reconocimientos y compromiso ambiental
La biofábrica de Pontevedra ha sido reconocida por su desempeño en sostenibilidad y excelencia ambiental. Entre los galardones más recientes destacan el Premio AENOR 2023 por dos décadas de cuidado medioambiental, la ecoetiqueta Nordic Swan de los países nórdicos, la Medalla de Oro de la Comisión Europea por mejora ambiental y el certificado “Residuo Cero” de AENOR. Además, la biomasa que emplea cuenta con la certificación “Sure”, que avala la sostenibilidad de la materia prima utilizada en el proceso.
Con la finalización de esta parada técnica, Ence refuerza su compromiso con la seguridad de las personas, la eficiencia operativa, la innovación tecnológica y excelencia medioambiental, consolidando a la biofábrica de Pontevedra como un referente en el sector.