El Principado de Asturias dispone de un ecosistema favorable para el desarrollo industrial, con una buena red eléctrica, personal capacitado, buenos centros formativos ligados a la industria, capacidad organizativa, buena capacidad de captación de fondos europeos y nacionales y una gran biodiversidad. “Por todo ello, se trata de un territorio idóneo para realizar proyectos alineados con la transición ecológica, como los que planteamos desde Ence, en nuestra apuesta por la bioeconomía y el desarrollo del medio rural”, ha asegurado esta mañana, en Gijón, el Director General de Celulosa de la compañía, Jordi Aguiló.
Jordi Aguiló ha participado en la jornada «Modernización de la Industria Asturiana y la adaptación a un modelo más sostenible y digital», celebrada en el salón de actos del recinto “Luis Adaro”, en el marco de la Feria Internacional de Muestras de Asturias que se celebra en Gijón, impulsada por el Colegio de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales del Principado de Asturias (COITIPA). Junto con representantes del Gobierno del Principado de Asturias y de otras firmas asentadas en el territorio, Aguiló ha intervenido para destacar el papel que las inversiones previstas por Ence para la planta de Navia tendrán en el modelo productivo de la región.
“El desarrollo de los productos derivados de la madera que plantea Ence constituye nuevas oportunidades de generación de actividad y riqueza, favorece la lucha contra la despoblación y es la manera de hacer de Asturias una referencia en la bioeconomía del futuro”, ha incidido el Director General de Celulosa de Ence, que ha cifrado en unos 1.300 empleos -directos, indirectos e inducidos- la generación de actividad a la que podrían ascender los proyectos de Ence. Todos ellos se encuentran en un avanzado estado de tramitación, y son susceptibles de recibir apoyo a través del Fondo de Recuperación de la Unión Europea.
Estos proyectos se basan en el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales para la obtención de bioproductos y bioenergía, y que permitirán a la biofábrica de Navia afianzarse como referente en la transición ecológica. Tal y como ha señalado Jordi Aguiló, se pretende la diversificación de la producción de la factoría hacia celulosa para productos absorbentes, con una inversión estimada de 45 millones de euros, y la creación de una nueva línea para la producción de celulosa para textil, “que precisa de 450 millones de euros para convertirse en una realidad”, apuntó.
Además, en materia energética, dentro de los planes de la compañía se encuentra la adaptación de los procesos de la biofábrica para permitir el uso de la lignina presente en la madera, procedente del proceso de extracción de celulosa, para sustituir el gas natural (de origen fósil) como combustible en los hornos de cal de la biofábrica. “Esto supone el uso de un combustible de origen natural y renovable, que además nos ofrece una mejora de un 10 por ciento en la eficiencia energética de todo el proceso”, ha destacado Aguiló.
“Es un ejemplo de cómo Ence trabaja día a día en esta necesaria transición ecológica hacia un modelo descarbonizado”, añadió. De hecho, y gracias a la inversión de más de 200 millones de euros en los últimos años, las biofábricas de Ence son autosuficientes en energía eléctrica renovable, con lo que favorecen la descarbonización del mix eléctrico. Una posición que se pretende reforzar a través de estos proyectos.
Y todo ello, finalizó Aguiló, garantizando “un empleo de calidad, con seguridad, total compromiso con las personas, y un comportamiento excelente en materia ambiental”, en línea con la apuesta integral con la sostenibilidad de la compañía.