Las biofábricas de celulosa de Ence, en Pontevedra y Navia (Asturias) recibieron en 2022 a cerca de un millar de visitantes, que pudieron conocer de primera mano cómo es el proceso de producción de la celulosa y de la energía renovable en estas instalaciones. Estas visitas suponen prácticamente el doble de las que se recibieron durante el año anterior.
La compañía entiende la educación ambiental como fundamental para seguir avanzando hacia un futuro más sostenible, en la medida en que contribuye a crear una mayor conciencia sobre el medioambiente y su cuidado. Por ello, buena parte de estas visitas procedió de colegios y universidades.
Durante estas visitas, los asistentes tiene la oportunidad de conocer el modelo de negocio de Ence, basado en procesos productivos circulares, en los que se aprovecha la totalidad de la materia prima y se minimiza la generación de residuos, dando lugar a productos biodegradables y reciclables, así como generando energía renovable.
No en vano, ambas biofábricas han sido reconocidas con la prestigiosa etiqueta ecológica Nordic Swan de los países escandinavos. Asimismo, cuentan con el certificado “Residuo Cero” de AENOR, y la sostenibilidad de la biomasa que emplean ha sido certificada bajo el esquema de verificación de sostenibilidad SURE.
A través de estas visitas Ence busca transmitir sus valores estratégicos, entre los que destaca la sostenibilidad; en concreto, la importancia de la reutilización y el consumo responsable, así como el compromiso con el cuidado del medioambiente. Todo ello para plantar cara al cambio climático y avanzar hacia la bioeconomía circular, al tiempo que se genera en el territorio empleo y riqueza sostenibles.
