- Los principales parámetros de calidad del efluente líquido mejoraron hasta un 25% en el mismo periodo y mejora hasta en un 80% las normas de la UE, las más exigentes del mundo.
- La Declaración Ambiental 2014 de la fábrica, auditada por Aenor, puede descargarse aquí.
30 de septiembre de 2015. Ence Pontevedra ha mejorado holgadamente un año más la normativa medioambiental de la UE, la más exigente del mundo. Así se desprende de los datos que miden el comportamiento ambiental de la fábrica de Ence y que están recogidos en la Declaración Ambiental 2014 (DMA 2014) de la empresa. La DMA 2014 está auditada por AENOR, o lo que es lo mismo: un tercero independiente verifica que toda la información recogida en este documento refleja de manera fiel la realidad ambiental del Centro de Operaciones. El documento también está a disposición de la ciudadanía en www.encepontevedra.com.
El Centro de Operaciones de Ence en Lourizán redujo sus emisiones atmosféricas de partículas en 2014 más de un 14% con respecto al año anterior. Y con ello completa un decenio en el que la reducción de partículas alcanza el 33%.
“Aportamos datos contrastados por terceros que demuestran que llevamos años en un proceso de mejora muy importante”, explica el director de la fábrica, Antonio Casal. “Pero en nuestra apuesta por la sostenibilidad queremos ir mucho más allá. Hay un tema en el que trabajamos especialmente: acabar con los olores. A veces aún huele. Y no puede oler nunca”.
De acuerdo a los datos incluidos en la DMA 2014 de Ence Pontevedra, una empresa especializada y acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (Enac), concluyó que la reducción de emisiones olorosas entre 2012 y 2014 alcanzó el 61%. Las conclusiones de Labaqua fueron examinadas y validadas por técnicos de la Universidade de Santiago.
Efluente Líquido
La mejora es igualmente importante en los indicadores relativos al efluente líquido de la fábrica. La Demanda Biológica de Oxígeno (DBO5) experimentó una mejora del 25%. La Demanda Química de Oxígeno (DQO) mejoró en un 3%. Estos avances han permitido que aunque las normas BREF de la Unión Europea fueron revisadas y desde 2014 son más estrictas, la fábrica continúe mejorando en un 80% las exigencias ambientales comunitarias.
“Dijimos que vamos a demostrar que desde Pontevedra se puede generar un ejemplo global de sostenibilidad en la industria, un espejo al que otros quieran mirarse, y lo haremos”, afirma Casal. Con una inversión superior a los 20 millones de euros, Ence pretende reducir su consumo de agua, y el volumen de su efluente a la Ría, en otro 90%.