38 empresas se coordinan con la fábrica de celulosa y energía para desarrollar 262 trabajos diferentes en 10 días
Tolerancia cero con las imprudencias, una exhaustiva coordinación y supervisión de actividades y un minucioso control documental, marcan la parada técnica de este año que se desarrolla con normalidad
9 de mayo de 2012. Ence ha exigido la implicación en la prevención de riesgos y concienciación de los trabajadores del más alto nivel directivo de las empresas contratadas para desarrollar las 262 tareas previstas durante la parada técnica de 2012, empresas que este año están obligadas además a contar con una persona encargada de la seguridad en cada uno de los trabajos adjudicados.
Otro refuerzo especial de la seguridad lo concentra el permiso de trabajo de las operaciones clasificadas como críticas o de especial riesgo, y que son las relacionadas con trabajos en espacios confinados, riesgos químicos o trabajos en altura fundamentalmente. Este tipo de operaciones están controladas muy de cerca con un listado de comprobación de riesgos que se adjunta a cada permiso, lo que exige aún mayor coordinación, supervisión e implicación del primer nivel directivo de la fábrica onubense.
La compañía de celulosa y energía renovable refuerza su propio Servicio de Prevención como cada parada cuadruplicando el personal dedicado a verificar que todos los trabajos se desarrollan conforme a la normativa de seguridad que les aplica. Once personas se dedican estos días exclusivamente a esta tarea y a supervisar las operaciones para confirmar que todos los trabajadores usan correctamente los equipos de protección individual y siguen los procedimientos adecuados y establecidos en los planes de seguridad de cada trabajo. Además, se designa un coordinador de seguridad por cada planta y otro del departamento de Mantenimiento, cuyo personal está participando estos días de forma especialmente activa en todos los trabajos programados.
Según el director de la fábrica, Ernesto García, «ponemos en práctica la tolerancia cero ante las prácticas inseguras, como no usar los equipos de protección, actuar de forma imprudente o no seguir los procedimientos establecidos en los distintos planes de seguridad; nuestro objetivo es que todos los trabajadores, tanto propios como ajenos, se impliquen visiblemente con su propia seguridad y la de todos los compañeros».
Durante varias semanas previas, todo el personal técnico y directivo de la fábrica prepara un plan de parada donde se planifican milimétricamente los trabajos que hay que hacer. A partir de esta detallada planificación, las empresas adjudicatarias reciben previamente una formación específica sobre los riesgos de la fábrica y, de forma más concreta, de la planta en la que va a trabajar. Todas las empresas deben estar homologadas como proveedoras de servicios, proceso en el que Ence comprueba que están al día de todas sus obligaciones legales y prima la implicación de las empresas con el respeto ambiental y con la prevención de riesgos.
El objetivo de Ence es el que se marca en su propia política de Prevención de Riesgos, y es «Cero Accidentes», algo que supone un esfuerzo especial cuando se trata de coordinar a unos 1.200 trabajadores de 38 empresas que se unen a los casi 300 de plantilla de Ence estos días en la fábrica.
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