Colmenares: “A través de la industria papelera, los bosques jugarán un papel clave en el desarrollo de la Bioeconomía en Europa”

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El consejero delegado de Ence señala, entre las necesidades para avanzar en el proceso, la prioridad de «un marco regulatorio estable» y la implicación de centros de investigación, industria, administraciones, ONGs y consumidores.

28 de noviembre de 2014.- “La bioeconomía tiene potencial para resultar determinante en la economía baja en emisiones de carbono, ya que permite reducir el consumo de energía durante el proceso de producción, generando importantes reducciones en la emisiones de gases de efecto invernadero y promoviendo el empleo, especialmente en las áreas rurales”. Así lo explicó, durante el Barcelona Bioeconomy Forum, el consejero delegado de Ence, Ignacio Colmenares. El principal ejecutivo de Ence Energía y Celulosa pronunció una conferencia sobre la industria forestal y papelera y la Bioeconomía. “A través de la industria papelera, los bosques jugarán un papel clave en el desarrollo de la Bioeconomía en Europa”, afirmó.

El Barcelona Bioeconomy Forum, que se celebra desde ayer y hasta mañana sábado, reúne voces de las universidades y centros de investigación, entidades de organismos multilaterales dedicadas a la lucha contra el cambio climático, empresas y administraciones públicas. Entre los asistentes está el presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), Rajendra K. Pachauri, el responsable forestal de la FAO, Eduardo Rojas-Briales, o el alcalde de Barcelona.

Tal y como recordó Ignacio Colmenares en el inicio de su intervención, “la necesidad de reducir las emisiones de CO2 para luchar contra el cambio climático” hace que resulte prioritaria la sustitución de los combustibles fósiles. Estima, el consejero delegado de Ence, que en esa “transición” deben participar “los científicos, la industria, la clase política y las administraciones, las ONGs y también los consumidores”. Entre las claves para impulsar el avance de la Bioeconomía está “un marco regulatorio estable y predecible”, señaló el ejecutivo. “Es necesario que exista una legislación coherente y estable y que haya poíticas de apoyo” para el desarrollo de la Bioeconomía.

Colmenares se refirió al “papel clave” que puede jugar en este proceso la industria de la celulosa y el papel “gracias a su conocimiento de los materiales ligno-celulósicos y de la gestión de materias primas”. Tanto así que “las fábricas de celulosa evolucionarán para convertirse en bio-refinerías en las cuales se podrá producir una amplia gama de productos renovables”.

Proyecto Cascatbel

Europa puede jugar un papel determinante en el desarrollo de la Bioeconomía a partir de su riqueza forestal. De hecho, los bosques de la UE generan hoy en día el 8% del valor añadido agregado de la industria manufacturera comunitaria. Un 35% del territorio europeo, recordó Colmenares en su alocución, “está cubierto por bosques gestionados de forma sostenible”.

Entre los datos que avalan que la Bioeconomía podrá ser una de las locomotoras de la recuperación económica europea y la lucha contra el cambio climático, Colmenares se refirió al proyecto de investigación Cascatbel, promovido por la UE y que tiene a Ence entres sus líderes.

Este proyecto ha servido para que dispongamos de nuevos datos sobre el potencial y la disponibilidad de la biomasa en la UE para la producción de una segunda generación de biocombustibles. Entre las conclusiones del proyecto, se destaca que el 10% de la energía primaria que consume el sector del transporte podría ser producida de manera sostenible a partir de la biomasa. “Hay una amplia variedad de bioproductos que se pueden desarrollar a partir de la biomasa”, indicó Colmenares. Entre ellos, además de combustiblres, están los químicos básicos o los polímeros, que en gran medida todavía se realizan a partir de derivados del petróleo.